Cuando el "luego" nunca llega

16 de abril de 2025

Cuando el "Luego" nunca llega:

El hábito de dejar para más tarde lo que sabemos que deberíamos hacer ahora se conoce cómo procrastinación. Un ejemplo de esto sería, cuando sabemos que tenemos que estudiar o entregar un trabajo, pero en lugar de empezar, nos ponemos a mirar series, ordenar cosas innecesarias o revisar el móvil una y otra vez. Sabes que eso no te ayuda, pero igual lo haces. ¿Por qué?


Desde la psicología se explica que esto puede estar relacionado con emociones como el miedo, la ansiedad o la búsqueda inconsciente de perfección.


Es decir, es una forma de evitar sentir algo incómodo: estrés, miedo, inseguridad, aburrimiento, presión… Entonces tu mente busca algo que te haga sentir mejor en el momento, aunque eso tenga consecuencias más adelante.


Según Fuschia Sirois, profesora de Psicología en la Universidad de Sheffield, cuando una tarea nos genera malestar, el cerebro busca protegernos de ese sentimiento. Así, la evitación se convierte en un mecanismo de defensa emocional. Por ejemplo, si dudamos de nuestra capacidad para hacer algo bien, quizás preferimos no hacerlo, para no arriesgarnos a fallar. Esto se relaciona con el miedo a no cumplir con las expectativas.


Esto también está relacionado a cómo nos vemos a nosotros mismos. Muchas personas dejan de hacer cosas (procrastinan) porque no confían en sus habilidades, y evitan actuar para no poner en juego su autoestima. Pero al final, dejar de hacer aquello que tienen que hacer genera más estrés y mantiene el ciclo.


¿Cómo se puede romper con este hábito?


  • Reconocer lo que estás sintiendo cuando evitas una tarea.
  • Dividirla en partes pequeñas para que sea más manejable a corto plazo.
  • Ser más amable con uno mismo en lugar de criticarte.
  • Establecer metas realistas, sin exigir la perfección.



En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, la clave no está en obligarse a hacer las cosas, sino en reconocer y entender porque las estamos evitando y qué emociones lo acompaña. En caso, de que el dejar de hacer las tareas o actividades que se tienen que hacer interfieran en tu día a día se recomienda acudir a un profesional de la salud mental para ayudarte a identificar estos patrones.


Por Instituto Carbonell 18 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, aborda una realidad dolorosa pero frecuente tras una ruptura amorosa: vivir aferrado a la esperanza de que la otra persona va a volver. Explica que muchos pacientes, incluso después de hacer el duelo inicial, siguen esperando que su expareja recapacite, se dé cuenta de lo que ha perdido y quiera retomar la relación. Este tipo de pensamiento lleva a comportamientos como seguir a la otra persona en redes sociales, evitar bloquearla, mandar indirectas a través de amigos, o incluso mantener tu vida en pausa, solo con la expectativa de un posible regreso. El Dr. Carbonell considera esto un error, porque no solo genera sufrimiento, sino que también te resta valor ante la otra persona. Una de las ideas clave del vídeo es que no podemos controlar lo que no depende de nosotros. No está en tus manos cambiar cómo la otra persona se siente, ni obligarla a que te perdone, ni hacer que vea lo que ha perdido. En cambio, sí puedes decidir centrarte en ti mismo: retomar tus hobbies, viajar, mejorar tu alimentación, cuidar tu imagen, avanzar en lo profesional y, en definitiva, reconstruirte como persona. Y añade un punto muy valioso: cuando tú comienzas a florecer, quizás esa persona vuelva a interesarse. O puede que no. Pero lo más importante es que, si lo hace, seas tú quien valore si realmente te interesa volver a intentarlo con alguien que en su momento te hizo daño o no supo valorar la relación.  Este enfoque invita a romper con la dependencia emocional, asumir el cierre como parte del crecimiento, y recuperar tu autonomía emocional. No se trata solo de “olvidar”, sino de reinventarte con dignidad y fuerza, sin poner tu vida en pausa por alguien que, por ahora, ha decidido no estar.
Por Instituto Carbonell 17 de abril de 2025
El Dr José Carbonell parte de una situación que le compartió una paciente, donde ella no sabía si debía dejarse llevar por lo que sentía o tomar una decisión más lógica basada en lo que le convenía. Él señala que este tipo de dilemas es muy habitual y no tiene una única respuesta, pero sí puede abordarse con algunas pautas de análisis para tomar decisiones con mayor conciencia. Primero, insiste en que hay que revisar cómo estás tú emocionalmente. Si estás atravesando una crisis personal, estrés o un momento emocionalmente inestable, no estás en el mejor punto para decidir. Es esencial tener cierta estabilidad para valorar con claridad si lo que sientes es amor real o una necesidad emocional momentánea. Segundo, recomienda pensar en las consecuencias reales de seguir o no con esa persona. No solo en términos de sentimientos, sino también en cómo eso afectará tu vida personal, tu entorno, tu familia, e incluso tu trabajo. La razón entra aquí como un ejercicio de anticipar el impacto real que tendrá tu decisión. Tercero, invita a reflexionar sobre el futuro: ¿Te ves con esa persona a corto, medio y largo plazo? ¿Existe una visión de vida compartida? Esta parte no niega el amor, sino que lo complementa con una mirada más práctica que te ayudará a decidir si hay una base sólida para continuar.  En definitiva, el Dr. Carbonell no te dice si elegir el amor o la razón, sino que te enseña a combinar ambos enfoques con conciencia, evaluando tu estado emocional, las consecuencias y la proyección futura. Solo así podrás tomar una decisión que no sea impulsiva ni completamente fría, sino equilibrada y alineada contigo mismo.
Por Instituto Carbonell 16 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, aborda una de las sensaciones más frustrantes dentro de una relación de pareja: sentirse incomprendido, a pesar de estar poniendo todo de tu parte para que la relación funcione. Él describe cómo muchas personas se esfuerzan al máximo por hacer las cosas bien: dan, cuidan, se adaptan, buscan el bienestar del otro... pero, aun así, sienten que nada de eso está funcionando. Lo que hacen no está siendo bien recibido, o incluso puede generar rechazo. A veces es por exceso de atención, otras por no dar lo que la otra persona necesita realmente, y esto puede acabar generando una gran desconexión emocional. El problema de fondo, según explica el doctor, suele ser la falta de comunicación real y profunda. Es fundamental no suponer que lo que tú crees que está bien también lo es para tu pareja. Las intenciones pueden ser buenas, pero si no van acompañadas de comprensión mutua, pueden terminar provocando el efecto contrario. Por eso, insiste en que hay que vocalizar lo que uno siente, expresar las expectativas que tienes sobre la relación y, sobre todo, escuchar activamente a la otra persona. Sólo así se puede evitar esa sensación tan dolorosa de estar entregándose por completo y no ser valorado o entendido.  En resumen, el Dr. Carbonell nos recuerda que, frente a la incomprensión amorosa, la clave es el diálogo sincero y constructivo. Hablar, aclarar, entender al otro y dejarse entender. Porque muchas veces no se trata de cuánto haces, sino de cómo lo comunicas y cómo lo recibe el otro.