Los trastornos alimentarios se caracterizan por un cambio en los hábitos relacionados con la ingestión de alimentos que tienen como consecuencia una alteración en la absorción de la comida y que suponen un impacto tanto en la salud como en la vida social. Aunque dentro de los trastornos alimentarios hay varios tipos, tales como la rumiación, la pica y los atracones, los que tienen más relevancia por su gravedad son la anorexia y la bulimia.
La causa de estos trastornos es múltiple, pues abarca los factores psicológicos, biológicos, emocionales y sociales. Tanto la anorexia como la bulimia están relacionados con problemas de autocontrol y con problemas emocionales.
En cuanto a los problemas emocionales, la baja autoestima, centran su autoconcepto casi exclusivamente en la apariencia y el peso. Estas personas suelen ser perfeccionistas, lo cual supone que los cambios en su cuerpo nunca son suficiente y acaban sintiendo una gran discrepancia entre como son y como les gustaría ser idealmente. Otra característica, es que se focalizan excesivamente en cualquier cambio que se de a este nivel hasta que acaban desarrollando distorsiones respecto a su talla real. Es aquí cuando se inicia un bucle, ya que si hay una distorsión en la imagen corporal, nunca llegaran a su ideal de belleza.
En cuanto a las dificultades de autocontrol, las cuales se dan principalmente en personas bulímicas, hay algunos síntomas similares al deseo de consumir que pueda sentir un adicto o patrones de consumo de alimentos compulsivo.