CUIDADO CON EL CAFÉ

18 de noviembre de 2024

Cada año se consumen más de 400 mil millones tazas de café en todo el mundo. Muchos disfrutamos de tomar “nuestra taza de café” y nos ayuda con la energía del día a día.


En un estudio realizado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (ESFA) sobre el consumo de cafeína, dice que más de tres o cuatro tazas de café al día ya es perjudicial (400 mg de cafeína).


Los problemas de salud que puede generar son dificultades para dormir, dolores de cabeza, tensión muscular e irritabilidad. En personas que padezcan algún problema de salud mental, lo empeorará (al igual que otros parámetros médicos).


Con respecto al sueño, puede ser perjudicial para conseguir quedarse dormido y para mantener el sueño. Se calcula que cada taza de café disminuye en 20 minutos nuestro sueño profundo, y en general a la calidad del descanso nocturno.


Para poder hacer un consumo de café, y que nos afecte lo menos posible, deberíamos no sobrepasar las cantidades de dos o tres tazas diarias y dejar el máximo tiempo posible entre la última taza y la hora de irse a dormir.


En opinión del Dr. Carbonell y E. Llinas, el consumo de cafeína, por un lado, te puede aportar algo más de energía temporalmente, pero no está exento de generarnos más nerviosismo y, sin duda, problemas con el sueño si lo consumimos tarde. Por consiguiente, es importante hacer un uso racional del mismo.  


Por Instituto Carbonell 24 de abril de 2025
Aprender a no darlo todo – Estrategias para superar el perfeccionismo
Por Instituto Carbonell 24 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, reflexiona en este mensaje sobre una de las trampas emocionales más comunes tras una ruptura o una gran discusión de pareja: quedarnos esperando . Muchas veces, después de que una relación se rompe, nace la esperanza de que tal vez todo vuelva a su cauce, de que la persona con la que compartíamos la vida reflexione, cambie y regrese. Nos aferramos a la idea de que lo que fue puede reconstruirse, de que ese proyecto de vida que diseñamos juntos aún puede tener sentido. Sin embargo, Carbonell advierte que esta espera nos paraliza y nos hace perder tiempo vital . Mientras deseamos que la otra persona reconsidere sus decisiones, dejamos de vivir el presente. Posponemos nuestra recuperación emocional, nuestras metas personales y, lo más grave, nuestra vida misma, esperando algo que tal vez nunca suceda. Además, el doctor señala que, muchas veces, la otra persona ya está en otra etapa , ha dado pasos hacia adelante e incluso puede haber pasado de un sentimiento de amor a indiferencia o rechazo. En cambio, quien espera se queda anclado a un pasado idealizado que ya no existe. Vivir de esa forma es hipotecar el futuro por una esperanza que no depende de nosotros. Por eso, el llamado es claro: deja de esperar . Centra tu atención en ti, en reconstruir tu autoestima, en recuperar tus proyectos, tu bienestar, tus ilusiones. Invierte en ti y en tu vida sin estar condicionado por lo que otra persona haga o deje de hacer. Solo así podrás avanzar, crecer y abrirte a nuevas experiencias que sí estén alineadas con tu presente y con tu valor.  Carbonell concluye animando a compartir experiencias sobre cómo cada uno ha gestionado este tipo de situaciones, reconociendo que sanar es un proceso individual pero más llevadero cuando se hace en comunidad y con consciencia.
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