El síndrome del impostor es un fenómeno común en el que las personas sienten que no merecen su éxito y temen ser descubiertas como un fraude, a pesar de tener logros reales. Muchas veces, estas personas se exigen tanto que termina afectando su salud emocional.
Uno de los primeros pasos para superar el síndrome del impostor es reconocer que tenemos este patrón de pensamiento negativo. La psicóloga Isabel Aranda señala que es fundamental darnos cuenta de cómo nos hablamos a nosotros mismos y cómo minimizamos nuestros logros. Otra recomendación es reflexionar sobre los momentos pasados en los que superamos retos similares, para darnos cuenta de nuestras capacidades.
También es clave celebrar cada logro, sin importar su tamaño. Muchas veces, las personas con este síndrome tienden a saltarse este paso y se enfocan en lo que falta por hacer. Además, es útil pedir retroalimentación de otras personas, ya que, a menudo, la percepción que tenemos de nosotros mismos está distorsionada. Finalmente, el autocuidado es esencial: practicar actividades que nos relajen y apoyarnos en nuestra red social son maneras efectivas de reducir el estrés y aumentar la autoestima, aprendiendo a ser más compasivos con nosotros mismos.
En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda adoptar expectativas más realistas y evitar la autoexigencia excesiva son pasos fundamentales para fortalecer nuestra autoestima. Además, buscar apoyo profesional cuando sea necesario, puede ser crucial para mejorar nuestra salud mental y lograr un equilibrio emocional más saludable.
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