La anorexia y la bulimia son trastornos de la alimentación con algunos elementos importantes en común. En primer lugar, centran la valoración que hacen de sí mismos, casi en exclusiva, en el peso, la figura y la capacidad que tienen de controlarlos. En segundo lugar, el miedo intenso a ganar peso y conductas para intentar bajar el peso. Estas conductas a veces pueden llevar a coger más peso al no poder aguantar y hacer atracones. Y en tercer lugar, suelen comprobar continuamente su peso lo cual hace que se obsesionen con los pequeños cambios de peso que se producen durante el día. Aún así, hay pacientes que hacen todo lo contrario, es decir, evitar a toda costa verse o ver su peso.
Los trastornos de la alimentación son cada vez más frecuentes. El rango de edad de las pacientes ha aumentado en los últimos años, ya que se incluyen pacientes más jóvenes. La Asociación de Anorexia y Bulimia de Elche (ADABE) ha detectado que las redes sociales e internet han jugado un papel determinante en el aumento de casos, entre otras cosas por la existencia de páginas web dedicadas a estos temas. Es fácil intuir que si las personas anoréxicas centran su valoración principalmente en la imagen, las redes sociales tendrán un impacto negativo en sí mismos (El mundo, 2019).
En opinión del Dr. Carbonell, ante esta situación, es importante la prevención y la detección temprana de la enfermedad. Es necesario romper con el estigma y difundir a la población que la delgadez extrema puede desarrollar este problema. Hay que tener en cuenta que nadie está exento de sufrirlas, todas las personas somos vulnerables a este tipo de trastornos. Además debemos ir con cuidado con el uso que le dan los más jóvenes a las redes sociales.
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