Aumento del mal uso de la medicación para TDAH

2 de marzo de 2016

Aumentar el rendimiento académico puede explicar el mal uso de un estimulante comúnmente prescrito para el déficit de atención con hiperactividad, según una investigación reciente.

Entre los adultos de EEUU, el número de recetas de psicoestimulantes se mantuvo estable de 2006 a 2011, pero el mal uso del medicamento ha aumentado un 67%.

“La mayoría de los adultos que están utilizando medicación sin receta están en el rango de edad de 18 a 25 años “, dijo el investigador principal, el Dr. Ramin Mojtabai , profesor de la salud mental en la Universidad Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health , en Baltimore. La mayoría consiguen las pastillas de amigos o parientes que tienen recetas, según el estudio.

Los universitarios utilizan psicoestimulantes para ayudarles a permanecer toda la noche estudiando. Del mismo modo los jóvenes adultos pueden utilizarlo para mantenerse en forma y centrarse en el trabajo.

“Es posible que también se haga un uso recreativo” dijo Mojtabai . “Hay un patrón de uso concomitante de otras sustancias en aproximadamente la mitad de estos adultos”.

Cualquiera que sea la razón, el uso de anfetaminas, incluyendo el Adderall, puede conducir a la dependencia, muerte súbita y eventos cardiovascualres graves, de acuerdo con la Food and Drug Administration de EEUU.

Por consiguiente, estos estudios resaltan la necesidad de mantener un mayor control en la prescripción y seguimiento de los tratamientos para el TDAH , debido a los efectos secundarios y al riesgo de mal uso de los mismos. Recalcando, la importancia de que sólo se tomen bajo prescripción médica.

Por Instituto Carbonell 21 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, aborda el profundo sentimiento de odio que muchas personas experimentan tras una ruptura amorosa, especialmente cuando queda una sensación de pérdida, promesas incumplidas y tiempo desperdiciado. Según él, el dolor más punzante no es solo por la ausencia de la otra persona, sino por la frustración de haber invertido tiempo, ilusión y energía en alguien que ya no está. Ver a la otra persona bien mientras uno se siente mal puede amplificar el resentimiento. Sin embargo, Carbonell propone transformar ese odio en un motor de cambio . Invita a utilizar esa amargura como una fuente de fuerza para reinventarse, para cortar los lazos emocionales —las “anclas emocionales”— que siguen atando a quien sufre con su pasado, y así iniciar un proceso de sanación. Para ello, es fundamental llevar a cabo lo que él llama “extinción emocional” : eliminar todo lo que te recuerde a esa persona y lo que pueda perpetuar el dolor. Solo entonces es posible empezar de nuevo y reencontrarse con una versión más fuerte, más consciente y más libre de uno mismo. Carbonell recuerda que en el amor no siempre se gana, pero siempre se aprende . Cada experiencia, incluso la más amarga, te prepara y te fortalece para relaciones futuras. Y si bien el odio puede parecer inevitable al principio, es imprescindible no quedarse a vivir en él, porque —como dice el propio Dr. Carbonell— sobre el odio no se puede construir nada.  La clave, finalmente, está en invertir en uno mismo : en la autoestima, en el crecimiento personal, en la sanación emocional. Solo desde ahí puede surgir algo nuevo, auténtico y sano.
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“Use it or Lose it” - Claves para Mejorar tus Habilidades Mentales
Por Instituto Carbonell 20 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, reflexiona sobre un momento clave que muchas personas experimentan tras atravesar una situación dolorosa o conflictiva —ya sea en una relación de pareja, en el ámbito laboral, con amigos o con familiares— y que se resume en una frase sencilla pero poderosa: “He aprendido la lección.” Según Carbonell, este tipo de situaciones enseñan que no puedes vivir constantemente pendiente de resolver los conflictos ajenos ni asumir la carga emocional de los demás. Vivir tratando de que todo el mundo esté bien, o intentando salvar a alguien de sus propios problemas o decisiones, solo lleva al agotamiento, la frustración y, muchas veces, a la pérdida de uno mismo en el proceso. Él subraya que hay una diferencia esencial entre lo que depende de ti y lo que no. Si depende de ti, puedes gestionarlo, cambiarlo, trabajar en ello. Pero si depende del otro, solo puedes acompañar, ofrecer tu apoyo, pero sin perderte tú en el intento. La sobreimplicación puede acabar siendo contraproducente, ya que muchas veces, cuanto más haces por alguien, menos esa persona se responsabiliza de su propia vida. La lección, entonces, es clara: hay que poner límites, por más cariño, compromiso o historia compartida que exista. Aprender que no puedes cargar con lo que no te corresponde también es una forma de crecer y de proteger tu bienestar mental y emocional. Carbonell concluye con una reflexión clave: la vida es un constante aprendizaje, y hay que tomar nota de cada experiencia para no repetir patrones que nos hacen daño. Dar más no siempre significa obtener más, especialmente cuando hacerlo implica perderte a ti mismo.