De acuerdo con The Guardian, la infidelidad suele venir acompañado de un sentimiento de culpa abrumador, pero ¿de dónde viene esa culpa?
Nuestra sociedad ha sido configurada con unos rígidos valores de fidelidad sexual, haciendo que romper esa norma parezca, en muchos casos, un quiebre en la relación. Sin embargo, hoy en día existen numerosas herramientas que facilitan los encuentros sexuales casuales, lo que, a su vez, hace más accesible la posibilidad de ser infiel.
Además, las restricciones en las relaciones de pareja marcadas por estos valores de fidelidad, pueden intensificar el deseo por esas “fantasías prohibidas”. La culpa que rodea a la infidelidad esta ligada a la transgresión de un acto que la sociedad rechaza.
Si te encuentras en esta situación, recuerda que, aunque los encuentros sexuales son relevantes, son las conexiones no sexuales las que mantienen una relación a lo largo del tiempo.
En opinión del doctor Carbonell, si se genera un conflicto, malestar y tensión es importante intentar gestionarlo de la mano de un profesional.
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