Pandemia y el abuso de alcohol
13 de mayo de 2021
La pandemia ha causado grandes cambios en nuestra vida. La mayoría de personas ha experimentado situaciones estresantes relacionadas con el ámbito laboral, económico, social, … A lo largo de este tiempo, se han hecho diferentes investigaciones sobre estos factores estresantes.
Weerakoon et al (2020) realizaron un estudio para analizar la relación entre estas situaciones estresantes y el consumo de alcohol. Su objetivo era identificar qué factores relacionados con la pandemia estaban asociados con un mayor consumo de alcohol. Los participantes del estudio fueron 1.928 adultos estadounidenses. Se quería analizar si su patrón de ingesta de alcohol había cambiado a raíz del estrés vivido durante la pandemia.
Los resultados fueron que el 34% de los participantes confirmó haber bebido en exceso durante la pandemia. Aquellos que ya padecían algún problema de consumo de alcohol aumentaron hasta un 60% su ingesta. Y si tenían un diagnóstico previo de depresión o presentaban síntomas depresivos en la actualidad tienen mayor probabilidad de un mayor consumo de alcohol en comparación con los que no lo presentaban. Además, la mayoría se encontraban en situaciones de alto estrés como cambios laborales.
Por lo tanto, a la conclusión que se llegó en el estudio es que sufrir estrés, como el debido a la pandemia, está asociado a un mayor consumo de alcohol. Y que este exceso de ingesta tiene consecuencias en nuestro estado de ánimo. Esto demuestra que los efectos de la pandemia podrían tener consecuencias a largo plazo en la salud de la población.
En opinión del psiquiatra Dr. Carbonell, desde Palma, en este BLOG hemos hecho especial hincapié en lo perjudicial que es el consumo de alcohol. Este artículo identifica como la pandemia ha cambiado el patrón de ingesta de alcohol. En resumen, se ha aumentado el consumo de alcohol a nivel global, y aquellos más vulnerables han consumido más de lo habitual y los que padecían una enfermedad mental han agravado todos sus síntomas.

El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, reflexiona en este mensaje sobre una de las trampas emocionales más comunes tras una ruptura o una gran discusión de pareja: quedarnos esperando . Muchas veces, después de que una relación se rompe, nace la esperanza de que tal vez todo vuelva a su cauce, de que la persona con la que compartíamos la vida reflexione, cambie y regrese. Nos aferramos a la idea de que lo que fue puede reconstruirse, de que ese proyecto de vida que diseñamos juntos aún puede tener sentido. Sin embargo, Carbonell advierte que esta espera nos paraliza y nos hace perder tiempo vital . Mientras deseamos que la otra persona reconsidere sus decisiones, dejamos de vivir el presente. Posponemos nuestra recuperación emocional, nuestras metas personales y, lo más grave, nuestra vida misma, esperando algo que tal vez nunca suceda. Además, el doctor señala que, muchas veces, la otra persona ya está en otra etapa , ha dado pasos hacia adelante e incluso puede haber pasado de un sentimiento de amor a indiferencia o rechazo. En cambio, quien espera se queda anclado a un pasado idealizado que ya no existe. Vivir de esa forma es hipotecar el futuro por una esperanza que no depende de nosotros. Por eso, el llamado es claro: deja de esperar . Centra tu atención en ti, en reconstruir tu autoestima, en recuperar tus proyectos, tu bienestar, tus ilusiones. Invierte en ti y en tu vida sin estar condicionado por lo que otra persona haga o deje de hacer. Solo así podrás avanzar, crecer y abrirte a nuevas experiencias que sí estén alineadas con tu presente y con tu valor. Carbonell concluye animando a compartir experiencias sobre cómo cada uno ha gestionado este tipo de situaciones, reconociendo que sanar es un proceso individual pero más llevadero cuando se hace en comunidad y con consciencia.