La Confederación de Asperger España define el síndrome de Asperger como un trastorno del desarrollo, que provoca una alteración neurobiológica en el procesamiento de la información. Este trastorno se encuentra dentro de los trastornos del espectro autista. El diagnóstico suele hacerse entre los 4 y 11 años.
¿Qué características presenta este síndrome?
En función de la edad, se presentan diferentes conductas. Estos son algunos ejemplos de síntomas:
- Infancia = Poco uso del lenguaje, les gustan las rutinas y los ambientes estructurados, frustración, ansiedad, …
- Adolescencia = Falta de interés o de interactuar con personas de su edad, expresividad facial limitada, comportamientos obsesivos, inmadurez emocional, ...
- Edad adulta = Dificultades para establecer relaciones sentimentales, para trabajar en equipo, para entender el lenguaje no verbal, para tomar decisiones, …
¿Cuál puede ser la causa? No se conocen con exactitud, aunque ciertos estudios muestran una cierta probabilidad de herencia genética.
¿En qué se diferencia esta enfermedad de otras?
Hay que tener en cuenta tres aspectos para realizar el diagnóstico:
- Existe una cierta dificultad de interacción social y en la adaptación a las tareas del día a día
- Capacidad intelectual normal, incluso a veces por encima de la media.
- Conductas repetitivas
¿Qué pruebas se llevan a cabo?
Algunas de las evaluaciones que se realizan son neurológica, genética, de la función psicomotriz, del lenguaje y pruebas cognitivas. Además se suele hacer la Escala de observación del diagnóstico del autismo para descartar que no sea autismo, y entrevistas a familiares. En el caso de los adultos, se llevan a cabo pruebas para observar las habilidades en una vida independiente.
¿Por qué es importante el tratamiento?
El tratamiento es trabajar en la mejora de las capacidades para el aprendizaje, el desarrollo cognitivo y la interacción social. Cada persona tendrá sus propias necesidades. Por ejemplo, con respecto las habilidades sociales:
- Infancia: mediante el juego con los padres, trabajar habilidades de comunicación, …
- Adolescencia: Buscar un entorno de apoyo, reforzar la autoestima, la integración en el grupo, establecer estrategias de autocontrol, apoyo académico, resolución de conflictos, …
- Adultos: terapia centrada en mejorar la autoestima y el autoconcepto, técnicas de planificación en el trabajo, definir objetivos, resolución de conflictos, ...
En definitiva, hay que tener presente que un diagnóstico e intervención precoz es importante a cualquier edad, ya que mejora el desarrollo del lenguaje, las habilidades y la conducta.
En opinión del psiquiatra Dr. Carbonell, desde Palma, aportamos una guía que nos puede ayudar a resolver dudas sobre este síndrome es recomendable , en caso de duda acudir a un profesional de la salud mental.