Solucionando tu sexualidad
17 de junio de 2021
La respuesta sexual (el deseo, el orgasmo, …) que tenga una persona dependerá de la combinación de síntomas físicos, emociones, experiencias, enfermedades, creencias, cultura, estilo de vida y tipo de relaciones. Cuando alguno de estos puntos se ve alterado, hay posibilidad de que se genere disfunción sexual.
La disfunción sexual es un trastorno que se caracteriza por la aparición de dificultades persistentes y recurrentes, como dolor o falta de deseo, en la relación sexual, incluso llegando a afectar al estado de ánimo de la persona. La disfunción sexual puede aparecer en cualquier momento, en todas las relaciones sexuales o en algunas. Algunos ejemplos de disfunción sexual son eyaculación precoz, vaginismo, problemas para alcanzar el orgasmo, dificultades en la erección, ...
El 95% de las disfunciones sexuales se producen por causa psicológicas. Entre estas causas se encuentra sufrir de ansiedad y/o depresión. El otro 5% es por causas físicas. Por lo tanto, si usted se encuentra en esta situación el primer paso es descartar cualquier motivo biológico.
En relación al tratamiento, se recomienda un enfoque multifactorial. Por un lado, el tratamiento farmacológico, pautado por un experto en salud mental (psiquiatra), se establecerá para solucionar los síntomas físicos, como el dolor vaginal, o enfermedades asociadas, como la depresión. Por otro lado, la terapia psicológica nos ayudará a gestionar las emociones asociadas a las relaciones sexuales y a romper con ciertos estigmas vinculados con la educación sexual establecida en nuestra sociedad.
Debemos tener en cuenta, que si nos encontramos en esta situación y tenemos pareja, se recomienda hablar sobre este tema, ya que la comunicación es importante para conseguir la satisfacción sexual.
En opinión del psiquiatra Dr. Carbonell, desde Palma, cuando aparecen problemas sexuales en la pareja, es muy importante hacer una valoración por un profesional de la salud mental para descartar que dichos problemas no sean consecuencia de un cuadro de estrés, ansiedad, … En caso de que hubiera un problema de salud mental seria preciso realizar un tratamiento psiquiátrico/psicológico, para que posteriormente vuelva a funcionar la sexualidad con normalidad.
Fuente: Medscape

El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, reflexiona en este mensaje sobre una de las trampas emocionales más comunes tras una ruptura o una gran discusión de pareja: quedarnos esperando . Muchas veces, después de que una relación se rompe, nace la esperanza de que tal vez todo vuelva a su cauce, de que la persona con la que compartíamos la vida reflexione, cambie y regrese. Nos aferramos a la idea de que lo que fue puede reconstruirse, de que ese proyecto de vida que diseñamos juntos aún puede tener sentido. Sin embargo, Carbonell advierte que esta espera nos paraliza y nos hace perder tiempo vital . Mientras deseamos que la otra persona reconsidere sus decisiones, dejamos de vivir el presente. Posponemos nuestra recuperación emocional, nuestras metas personales y, lo más grave, nuestra vida misma, esperando algo que tal vez nunca suceda. Además, el doctor señala que, muchas veces, la otra persona ya está en otra etapa , ha dado pasos hacia adelante e incluso puede haber pasado de un sentimiento de amor a indiferencia o rechazo. En cambio, quien espera se queda anclado a un pasado idealizado que ya no existe. Vivir de esa forma es hipotecar el futuro por una esperanza que no depende de nosotros. Por eso, el llamado es claro: deja de esperar . Centra tu atención en ti, en reconstruir tu autoestima, en recuperar tus proyectos, tu bienestar, tus ilusiones. Invierte en ti y en tu vida sin estar condicionado por lo que otra persona haga o deje de hacer. Solo así podrás avanzar, crecer y abrirte a nuevas experiencias que sí estén alineadas con tu presente y con tu valor. Carbonell concluye animando a compartir experiencias sobre cómo cada uno ha gestionado este tipo de situaciones, reconociendo que sanar es un proceso individual pero más llevadero cuando se hace en comunidad y con consciencia.