Según expertos de la Academia Americana de pediatría, los padres y doctores deben empezar a abordar el tema del alcohol a partir de los 9 años.
Recientemente, la revista Pediatrics ha publicado el informe “Binge Drinking” (borracheras) en el que se recoge que hasta un 50% de los estudiantes de secundaria beben alcohol, entre los cuales, el 60% beben en exceso. El alcohol es la sustancia de la que se abusa con más frecuencia por parte de niños y adolescentes, pero al tratarse de una sustancia legal, se minimizan sus consecuencias.
Los niños empiezan a desarrollar sus impresiones sobre el alcohol ya a los 9 años, explica la Dra. Siqueira, coautora del informe, por ello es importante empezar a tratar el tema a esta edad. La idea es influir sobre las creencias de los niños antes de que ellos ya se hayan formado una impresión positiva, pues es mucho más complicado transformar después esa creencia.
Parte del problema también reside en cómo beben los adolescentes. A menudo mezclan bebidas y sobre todo beben muy rápido. A veces directamente de la botella con el objetivo de emborracharse lo antes posible.
No debemos infravalorar las consecuencias de las “borracheras” sobre todo en edades tempranas ya que se pueden interrumpir procesos clave del desarrollo cerebral y aumentar el riesgo de desarrollar un trastorno crónico de consumo de alcohol. Por otra parte cabe recordar que casi un tercio de los accidentes de tráfico mortales entre jóvenes de 15-20 años implica alcohol, según el informe.
¿Cómo deben actuar los padres?
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