Cuando no recordamos el nombre de alguien o cuando no sabemos dónde hemos dejado las llaves, hacemos un análisis de la situación: concentración, focalización, viajar en el tiempo y repasar cada paso que hemos dado (¿y luego que hice?, ¿dónde estaba en ese momento?). Esto le pasa a mucha personas, lagunas que causan cierta preocupación y nos hacen pensar si son normales. Expertos en alteraciones de la memoria explican cuatro causas de porqué se producen estos lapsus mentales:
1) Falta de atención
Javier Olazarán, director de la unidad de Investigación y tratamiento de los trastornos de la memoria del Centro Integral de Neurociencias HM CINAC, explica “el hecho de no recordar, por ejemplo donde hemos aparcado o perder el hilo cuando hablamos, son lapsus atencionales. Se producen porque no estamos centrando toda nuestra atención en la acción.”
2) Competición de la información
La sensación de tener la palabra en “la punta de la lengua” se produce por este motivo. La Universidad de Harvard realizó un estudio donde se observó que esto ocurre porque hay un recuerdo que compite con el que estamos buscando, y por eso nos bloqueamos.
Con los nombres propios nos pasa lo mismo, al encontrarse en el final de nuestras redes neuronales, para acceder a ellos debemos competir con otra información (como los rasgos físicos de la persona). Por lo tanto, esos bloqueos mentales se pueden considerar como manifestaciones normales de un cerebro sano.
3) Estrés
Cuando los olvidos son de cosas importantes y de forma frecuente, se producen como consecuencia del estrés. Noemí Fernández, neuropsicológica, comenta “el principal núcleo de las emociones en nuestro cerebro es la amígdala. También se encarga de avisarnos de posibles amenazas. Cuando se pone en funcionamiento, la amígdala inhibe ciertas conductas alterando funciones atencionales necesarias para la memoria”. Es decir, los fallos de memoria serían un efecto secundario de la respuesta de la amígdala a las situaciones estresantes.
4) Problemas de sueño
La revista Nature publicó un estudio sobre cómo la falta de sueño altera el funcionamiento del cerebro. Observaron que mientras dormimos, las neuronas codifican y almacenan los recuerdos del día. Por consiguiente, dormir bien es beneficioso para la memoria.
En opinión del Dr. Carbonell, este artículo viene a tranquilizarnos de que tener lapsus en nuestro día a día no implica necesariamente tener problemas de memoria. Resalta la importancia de llevar hábitos saludables para tener un nivel atencional y de memoria normal.
Fuente: ABC